Cientos de mujeres han dado a luz acompañadas de los padres de sus hijos, otras no han podido tener ese privilegio, como es el caso de Olga Meléndez, una mujer bogotana que se ha dedicado a trabajar de día y de noche para sacar adelante a su hijo.
“Yo convivía con el papá de mi hijo, él era comerciante salía a los pueblitos a trabajar, en una ocasión se fue para Puerto Asís cuando yo tenía cinco meses y allá por robarlo, lo mataron.”
Aunque la crianza, no fue fácil, supo enfrentar diferentes situaciones, tanto así que decidió en una época vender minutos en la puerta de su casa con el fin de estar pendiente de Fernando, su hijo.
“Yo me entregué totalmente a estar pendiente de él, que yo creo que de una u otra forma yo traté de llenarle esos espacios que a él le hacían falta.”
Dice, que se siente bendecida al tener a su hijo, aunque el vacío que dejó su padre fue tan grande, le ha demostrado que puede con todo, tanto es que siente orgullo al hablar de él y decir que estudia en una de las universidades más reconocidas del país.
“He sido bendecida con mi hijo porque el salió favorecido para estudiar en universidad pública, se presentó en la Nacional y optó por seguir estudiando en la Nacional.”
Olga, lleva trabajando con la Unidad de Mantenimiento Vial como auxiliar de tráfico 12 años, entidad del distrito al que le agradece, porque también le ha colaborado para sacar adelante a su familia, no sólo a estar pendiente de su hijo sino también tiene tiempo para dedicarle a su madre.
“Gracias a Dios he tenido mucho apoyo, agradecida por que fuera de la edad que uno tiene, siempre nos han tenido en cuenta ahí.”
Sin duda, doña Olga es inspiración y ejemplo de superación.
“A las madres cabeza de familia que sigan en la lucha que, así como algún día pensé que de pronto me iba a sentir como derrotada, Dios me dio bendiciones y me engrandeció para seguir en la lucha”
Ella es la muestra clara que, ante las dificultades, sí se puede salir adelante.